Recuerdo la mayor parte de los 17. Recuerdo el día en que nos conocimos. Su sonrisa, su tacto.

Podrías estar donde sea cuando tu vida empieza. Cuando el futuro te abre las puertas y quizás al principio ni te das cuenta, pero ya esta sucediendo.

Hay millones de personas pero a fin de cuentas, todo se resume a una sola. Todavía me asusto de vez en cuando. Se me olvida respirar, pero sé que hay algo hermoso en todas mis imperfecciones, una belleza que él me mostró. Una fuerza que nunca podrán quitarme.

Porque siempre ocurre un milagro :D

Nada lo supera, nada lo compara... Se mueve y se mueve, recuerdos desordenados o incompletos. Una tarde de otoño mientras las hojas caen de los arboles creando ruidos y mientras el sol se oculta un pequeño resplandor llega a mí.

Sólo quiero saber si estás bien. No tienes por qué escribirme si no te apetece. Escríbeme solamente que no te apetece escribirme, si es que no te apetece. Y si por casualidad te apetece, ¡escríbeme! Me alegrará, ¡y mucho! Por aquí no hay olas, ni las seis primeras, ni menos aún la séptima. El mar está en calma. Su superficie resplandece, el sol deslumbra. No espero nada. Todo está ahí, todo sigue su curso. No hay cambios a la vista. Calma chicha. Por lo menos unas palabras tuyas.


Cada siete olas.-