Me alegras, me reconfortas, me gustas y jamás me asustas. Aprendí a convivir contigo, cada día estás junto a mí y te volviste mi eterna compañera, te busco en cada uno de mis peores momentos. Sin embargo, muchos no te comprenden y escapan de ti desesperadamente. ¿Acaso no entienden que eres la mejor compañera?
Despues de años te vuelvo a encontrar y te doy la mejor bienvenida, muchos no cuestionan el significado que tienes en mi vida, pero eres la única que siempre me tuvo paciencia, la única que por largos años me tranquilizo.
Me entregaste mil silencios en noches de tormenta, me enseñaste que no hay mejor marinero que tú, que siempre encuentras la forma de mantenerme a flote. Cuando te desprecio esperas paciente por mí, sin duda eres mi mejor recompensa: aclaras mi confusiones, calmas mis miedos y me ayudas a correr tras las respuestas.
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